Just in Time

Just in Time para optimizar los procesos productivos

¡Justo a tiempo! Llegar en el momento adecuado puede ser una gran ventaja. Por ello, el sistema de gestión de inventarios Just in Time sigue esta filosofía. Este concepto se enmarca dentro de la cadena de suministro, por lo que cuenta con un gran valor para el sector de la logística. ¿Quieres saber más?

Como  muchos de los métodos que utilizamos hoy en día, el sistema Just in Time nació en Japón en los años ochenta. Este coincide con el pensamiento Lean y las metodologías agile. Es decir, trata de conseguir la máxima eficiencia en la producción.

Se desarrolló en el sector de la automoción, Toyota siempre fue pionera en este ámbito. Y se extendió rápidamente ya que en esa época existía mucha competencia y este sistema permitía reducir los gastos.

¿En qué consiste el sistema Just in Time?

Este método está ideado para eliminar todas aquellas actividades que no agregan valor a la empresa durante la producción. De esta forma es más sencillo conseguir la agilidad y la flexibilidad necesaria atendiendo a las fluctuaciones de los pedidos.

En el pasado, las fábricas apostaban por el sistema push. Es decir, en cada etapa de la fabricación, la producción se acumulaba y se retiraba en la fase siguiente. Por lo tanto, las empresas tenían que enfrentarse a grandes stocks. Y, en consecuencia, más errores y costes.

No obstante, este nuevo método introducía el sistema pull. En este caso, en cada fase se solicita lo necesario cuando se requiere. Así no se acumulan excedentes, solo lo que se necesita en cada momento.

De esta forma, se evitan esas actividades que mencionábamos y generan más costes a la empresa. Algunos de los factores que se dan habitualmente, y son perjudiciales, son los siguientes:

  • Despilfarro de recursos humanos, materiales y económicos.
  • Fallos y averías.
  • Retrasos en las entregas.
  • Almacenes con sobre-stock.

Filosofía Just in Time

El sistema cuenta con unos principios muy bien definidos para conseguir su objetivo. Por ejemplo, y como adelantábamos, solo se produce lo que el cliente desea y cuándo lo solicita. Así se reduce al máximo el trabajo de almacenaje y los gastos que conlleva.

Por otra parte, trata de reducir los tiempos de preparación. Para ello, se utiliza la herramienta SMED (Sigle Minute Exchange of Die), que permite la optimización en el cambio de maquinaria.

En relación con el primer ítem, la reducción de los lotes de fabricación es clave. Así pueden evitarse los fallos en el proceso o, al menos, detectarlos antes. Asimismo, los controles de calidad son parte del sistema Just in Time para prevenir demoras o errores.

Aunque estos son solo algunos de los factores de relevancia, hay muchos más que pueden determinar la optimización de la logística en tu almacén. Si quieres profundizar más en este ámbito, nuestro Máster en Logística y Cadena de Suministro te ayudará a especializarte y sobresalir en el sector.

Implementación en almacenes

El secreto está en la planificación, si quieres tener éxito: ¡planifica! Así que para aplicar el sistema  Just in Time también es necesario pensar lo que queremos conseguir. Así como cuáles son nuestros recursos disponibles y el modo en el que lo llevaremos a cabo. Las dos primeras cuestiones pueden variar en función del negocio, pero para la segunda existen algunas recomendaciones:

En primer lugar, realizar un diseño del layout del almacén. De este modo, estos espacios quedan mejor organizados y cada “pieza” estará en su sitio. Además, pueden definirse los recorridos de los operarios y la maquinaria para optimizar al máximo los movimientos.

Aunque este primer paso es la base de todo el proceso, dentro de él es necesario tener en cuenta otros factores. Por ejemplo, definir qué sistema de almacenaje vamos a utilizar. ¿Qué tipo de estanterías vamos a utilizar? ¿Cómo organizaremos los productos y materiales? ¿Automatizaremos totalmente el proceso?

En la misma línea, debemos tener en cuenta el proceso de entrada y salida de las mercancías. En este sistema se manejan cantidades inferiores, por lo que debe primar la agilidad. Es más, automatizar este proceso podría aportar valor.

Por último, las empresas deben realizar controles de inventarios estrictos y periódicos. De nada sirve tener una infraestructura adecuada si no sabemos qué hay dentro de ella. Un desajuste puede ocasionar retrasos en el resto de la cadena de suministro.

Just in Time para producción
En el sistema Just in Time es necesario organizar los almacenes y realizar controles de inventarios.

Ventajas e inconvenientes del Just in Time

En los aspectos positivos destacan la reducción de los inventarios y, por tanto, el ahorro del manteamiento de estos. También se limitan las pérdidas por productos que puedan quedar obsoletos al estar demasiado tiempo almacenados.

Además, es un sistema muy flexible que permite adaptarse de forma rápido a los cambios. Así como establecer una relación más estrecha con los suministradores y, adicional, mejorar las compras a largo plazo. De esta forma, es más fácil planificar y ofrecer a los clientes precios más competitivos.

En el lado opuesto, una mala gestión del Just in Time puede ocasionar retrasos o problemas por fala de suministros afectando a toda la cadena. En este sentido, esto requiere una gran comunicación entre todas las partes que forman la cadena de suministro.

Otra cuestión puede ser que los costes de adquisición sean mayores, ya que se compran menos productos a los proveedores. A la vez que puede aumentar el switching cost en el caso de necesitar un cambio de proveedor.