PROPIEDAD INDUSTRIAL E INTELECTUAL

En este curso de propiedad industrial e intelectual abordaremos temarios que explican ambas leyes. Actualmente, la realidad se presenta en forma de relaciones globalizadas y plurales. De ahí que sea imprescindible que los abogados se desenvuelvan correctamente en un término jurídico internacional.

Este programa aborda las materias relacionadas con la vertiente empresarial que tiene todo despacho de abogados. Con la intención de manejarse con las distintas técnicas para su gestión eficaz. Además de preparar a sus participantes para mejorar desarrollando su carrera profesional como asesor jurídico en un entorno internacional.

La formación en propiedad industrial e intelectual pretende dotar con los conocimientos y las herramientas necesarias que permitan concebir el derecho. Incluso más allá del límite de sus fronteras físicas para ser capaz de analizar un conflicto con transcendencia jurídica. Realizando un ejercicio de derecho comparado, como aprenderemos en este curso de propiedad industrial e intelectual.

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La propiedad industrial se define como es un conjunto de derechos que puede poseer una persona física o jurídica sobre determinadas posesiones. Ya sean certificados complementarios, productos fitosanitarios, modelos de algún tipo, etc.

Tal y como comprenderemos en el curso de propiedad industrial e intelectual existen dos tipos de derechos cuando hablamos de este tema. El primero es el derecho a utilizar el producto, servicio o invención, ya sea mediante el diseño o signo distintivo.

Y por otra parte, el derecho a prohibir que alguien más use el mismo producto, es decir, la exclusividad. El derecho de prohibir es la parte más destacada de la propiedad industrial. Pues  facilita al titular del derecho a requerir el pago de una licencia, que adjudique el derecho al uso del producto o servicio. De acuerdo con las leyes estipuladas para la propiedad industrial e intelectual.

Entre sus características está la limitación temporal. La gran mayoría de los derechos de propiedad industrial tienen una duración máxima y territorial. Sin embargo, los plazos temporales varían de un lugar a otro. Y es necesario destacar que solo tienen validez en el territorio donde se han concedido. Es igualmente necesario señalar que cuando nos referimos a un territorio, no nos ceñimos a un país.

Desde  otro punto de vista, otro de los límites al derecho de prohibición es el agotamiento o finalización del derecho mismo. Como veremos en este curso de propiedad industrial e intelectual, una vez comercializado con permiso del titular. O, de igual manera, habiendo cobrado la indemnización, no se puede impedir la posterior venta. Ya sea con finalidad experimentales,  no comercial. La entrada temporal en el país de un medio de locomoción matriculado en el extranjero y otras situaciones similares.

La protección industrial de la propiedad industrial e intelectual

Todas las normativas y regulaciones se han hecho para proteger la creación de un autor. En otras palabras, la ley de propiedad industrial e intelectual preserva la autoría de cualquier invención.

En este sentido, los derechos de autor se definen como el derecho exclusivo conferido a este. Ya sea creador de obras literarias, artísticas, originales, etc. por un gobierno. Las obras pueden ser representadas en formato de libros u otras obras escritas, dibujos, fotografías, composiciones musicales, grabaciones, películas cinematográficas y programas informáticos.

En tanto, con respecto al alcance internacional, los derechos de autor conceden al creador de la obra los derechos de reproducción, derivación, distribución, ejecución y exposición.

Para entender la propiedad industrial e intelectual en su totalidad, debemos conocer el Convenio de Berna. En el mismo se dispuso que los derechos de autor se apliquen durante la vida de titular. Y hasta 50 años después de su muerte. En la actualidad, la ley que rige los derechos de autor en Estados Unidos se basa en la Ley de 1976.

Los factores más destacables del antes mencionado Convenio de Berna son la creación de la unión protectora de autores de obras de literatura y cualquier expresión artística. Por otra parte, la igualdad de amparo si la obra se publica en otros países.

Además, contempló que este convenio se excediera en los casos en los cuales la nacionalidad del autor. Y el país de publicación no fuera el mismo, tuviese el mismo tratamiento, sin distinción de nacionalidad.

A su vez, establecía límites en la traducción y presentación respetando el criterio y opinión del creador. Esta traducción sería protegida durante diez años después de la publicación original de la obra en cuestión. Esta ley de propiedad industrial e intelectual es aún vigente y se aplica a los países de la Unión.

Algunos beneficios y desventajas de las patentes

La acción de patentar o tener patente es un derecho, que otorga un gobierno a un inventor o a su causa, o sea, un titular secundario. Este derecho permite, tal y como conocimos antes, el uso de terceros. De acuerdo con lo estipulado por la ley de propiedad industrial e intelectual.

Nadie, excepto el titular de la patente en cuestión, puede hacer uso de la tecnología que crea la patente. La existencia de estos derechos motiva a la creatividad y al inventor, pues este tendrá a su nombre su creación. Y esta será protegida entre diez y veinte años, durante ese tiempo el autor puede publicar las ganancias obtenidas.

El derecho de patentes y la propiedad industrial e intelectual en general. Tiene como objetivo estimular la investigación en el campo de la técnica industrial. Al mismo tiempo que recompensa a quienes crean dichas invenciones.

Desde un punto de vista contrario, los especialistas más críticos con el otorgamiento de patentes que dificulta la libre difusión de innovaciones. Frena el desarrollo tecnológico, entorpece la libre competencia y dificulta el acceso a las innovaciones.

Es decir, desincentiva la curiosidad y la investigación. En el sentido que establece un tiempo de utilización exclusivo de una tecnología cualquiera sin necesidad de optimizarla.

Los derechos de marca

La relevancia de la marca en el contexto de la propiedad industrial e intelectual radica en sus funciones. Desde ambos puntos de vista, es decir, tanto como empresa como comprador. La marca favorece a todo el proceso de compra y venta.

En primer lugar, las empresas necesitan elegir de manera acertada la elección de un signo que represente la marca. Pues ello  supondrá una ventaja a la hora de identificar a la empresa o corporación. Al mismo tiempo, debemos tener presente que una vez elegido el signo, el resto de contenido y material debe ser paralelo. Es decir, la empresa debe expresar una coherencia entre sus signos, símbolos, mensajes publicitarios, etc.

De manera que funcione como un todo y se ajuste a los parámetros de propiedad industrial e intelectual. Asimismo, la marca debe ser susceptible de representación gráfica. Por otro lado, las marcas sonoras han ganado un espacio en los últimos años. En otras palabras, se permite su representación gráfica, a través de determinados medios. Entre ellos el oscilograma, el espectro sonoro, el espectrograma y el sonograma.

Para obtener las marcas olfativas que contempla la propiedad industrial e intelectual, se tienen que representar de manera gráfica el olor del producto. Y acreditar  que el aroma no es exactamente el producto mismo.

La propiedad industrial e intelectual determina que las marcas denominativas deben ser breves y su pronunciación debe ser fácil. Con ello se persigue que no su esencia no provoque rechazo. Por último, la marca debe ser fácil de recordad, distinta del nombre del producto. Y apropiada para transmitir el mensaje que se pretende informar a la audiencia.